Mi indumentaria
Me encanta la cultura del mundo, respecto a la vestimenta, costumbres,
tradiciones, artesanÃa, música y baile, aunque en el aspecto
gastronómico soy más cuidadosa, menos aventurera. Y pensar que la música
y la comida es la puerta de cada paÃs, pero no soy perfecta, algo raro
debo de tener. A mucha gente le encantó mi vestimenta hindú que me puse
para la boda de mi hija pequeña, que tiene más de 20 años en mi
guardarropa. Esa vestimenta no es un sari, que es la tÃpica de la India,
es la vestimenta más popular de ese paÃs llamada salwars-camis,
totalmente diferente.
El salwar es un pantalón ancho que va estrechando en los tobillos y el camis o kurta es una túnica larga que llega a las rodillas o más larga, casi siempre abierta a ambos lados. Completa el conjunto el echarpe, que es como una bufanda, pero mucho más ancha o un chal o estola, que se puede colocar en el cuello, los hombros o la cabeza, para cubrir del frÃo o simplemente como adorno. Pues, como vivo reciclando, la vestimenta de arriba era originalmente el echarpe o chal, pero me gustó más que la blusa o túnica original. Ese chal lo doblé en dos, una modista lo cosió en los laterales y se le hizo un orificio para entrar mi cabeza (esto siempre lo hago cuando me regalan un pareo). El pantalón o salwar lo acompañé en la boda con el camis.
Esa misma vestimenta fue hace un par de años a un “Casandra” y este año el “camis” fue al “Soberano”, pero con un pantalón negro de seda. Ah!, la cartera fue un sobre egipcio de piel de camello (ahorita me meten presa), obsequio de Rosa Francia Esquea. Pues a mà siempre me ha gustado mi vestimenta étnica. Me fascina el dashiki de los hombres con su kufi, el kaftán de las mujeres, también el algodón y el lino, que son fibras naturales de origen vegetal. Ahora, debo comentarles que soy muy cuidadosa con la moda que voy a elegir, por ejemplo el sari, que es la vestimenta tÃpica de la mujer de la India, no me la pondrÃa, porque me sentirÃa incómoda, parecerÃa un paquete. Prefiero no ser esclava de la moda y usar lo que considero que pueda llevar con seguridad y confianza que estar a la moda con una vestimenta que no va con mis “atributos”.
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Xiomarita Pérez
Columna folcloreando
Publicada en ListÃn Diario el 31-08-2016
El salwar es un pantalón ancho que va estrechando en los tobillos y el camis o kurta es una túnica larga que llega a las rodillas o más larga, casi siempre abierta a ambos lados. Completa el conjunto el echarpe, que es como una bufanda, pero mucho más ancha o un chal o estola, que se puede colocar en el cuello, los hombros o la cabeza, para cubrir del frÃo o simplemente como adorno. Pues, como vivo reciclando, la vestimenta de arriba era originalmente el echarpe o chal, pero me gustó más que la blusa o túnica original. Ese chal lo doblé en dos, una modista lo cosió en los laterales y se le hizo un orificio para entrar mi cabeza (esto siempre lo hago cuando me regalan un pareo). El pantalón o salwar lo acompañé en la boda con el camis.
Esa misma vestimenta fue hace un par de años a un “Casandra” y este año el “camis” fue al “Soberano”, pero con un pantalón negro de seda. Ah!, la cartera fue un sobre egipcio de piel de camello (ahorita me meten presa), obsequio de Rosa Francia Esquea. Pues a mà siempre me ha gustado mi vestimenta étnica. Me fascina el dashiki de los hombres con su kufi, el kaftán de las mujeres, también el algodón y el lino, que son fibras naturales de origen vegetal. Ahora, debo comentarles que soy muy cuidadosa con la moda que voy a elegir, por ejemplo el sari, que es la vestimenta tÃpica de la mujer de la India, no me la pondrÃa, porque me sentirÃa incómoda, parecerÃa un paquete. Prefiero no ser esclava de la moda y usar lo que considero que pueda llevar con seguridad y confianza que estar a la moda con una vestimenta que no va con mis “atributos”.
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Xiomarita Pérez
Columna folcloreando
Publicada en ListÃn Diario el 31-08-2016
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