Danzones populares
Quizás porque los domingos mis padres visitaban el Yuly Bar y el Yosy
Bar en Imbert, y el Garden City en Sosúa, Puerto Plata, y me llevaban
consigo, aún con 7 u 8 años, para disfrutar en familia de la música de
esos tiempos, fue que se despertó en mà la apreciación de todo tipo de
música, a tal punto que cuando vinimos de retirada a la capital, me
gustaban los danzones y la “música vieja”.
Es más, cuando cumplà mis
quince, mi madre me preguntó qué querÃa de regalo de cumpleaños y le
expresé: un long play de La Bella Cubana con la orquesta Siglo XX. En mi
casa habÃa un radio portátil, de esos que tenÃan una agarradera en la
parte de arriba y mi madre, como sabÃa que me gustaban los danzones, me
despertaba todos los domingos a las ocho de la mañana con el programa
“Danzones populares”, que se transmitÃa por Onda Musical, en amplitud
modulada.
Me despertaba con alegrÃa, con entusiasmo y me ponÃa a limpiar la casa, pues ese era el fin de mamá: que me levantara contenta a limpiar.
El programa era de 8:00 a 9:00 de la mañana y luego se transmitÃa el programa “Danzas de Puerto Rico”, que también disfrutaba. Recuerdo A Julita Ross en “Adiós, adiós amores, encanto de mi vida, la perla más querida, vida de mi vida del amor, adiós, siento en el alma pesares, que jamás podre olvidarÖ” ¿Y ustedes saben quién hacÃa el programa? ¡Oh!, “el hijo de Lidia”, don Mario Báez Asunción, que por cierto, cuando el despidió su programa de por vida, que para mà fue una pena, le pedà al director de la revista Bemoles, Pablo Jerez, que por favor me dejara hacerle una entrevista a don Mario y me di el placer de hacérsela en siete páginas.
Don Mario colocaba especialmente los discos de Barbarito Diez y los comentaba, porque para él y para muchos Barbarito ha sido el más grande intérprete del danzón; también escuchábamos los danzones instrumentales: “Quién tiene tu amor”, “Teléfono a larga distancia”, “Salón México”, etc.
Qué bonito e interesante serÃa organizar una fiesta con esas danzas y danzones que vivimos en esa época de los 70. ¿Quién se anima?
Don Mario Báez Asunción |
Me despertaba con alegrÃa, con entusiasmo y me ponÃa a limpiar la casa, pues ese era el fin de mamá: que me levantara contenta a limpiar.
El programa era de 8:00 a 9:00 de la mañana y luego se transmitÃa el programa “Danzas de Puerto Rico”, que también disfrutaba. Recuerdo A Julita Ross en “Adiós, adiós amores, encanto de mi vida, la perla más querida, vida de mi vida del amor, adiós, siento en el alma pesares, que jamás podre olvidarÖ” ¿Y ustedes saben quién hacÃa el programa? ¡Oh!, “el hijo de Lidia”, don Mario Báez Asunción, que por cierto, cuando el despidió su programa de por vida, que para mà fue una pena, le pedà al director de la revista Bemoles, Pablo Jerez, que por favor me dejara hacerle una entrevista a don Mario y me di el placer de hacérsela en siete páginas.
Los hijos
de Barbarito Diez, Pablito Diez y Barbarito Diez Junior, durante la visita al
paÃs en el 2009, con motivo del Centenario del Nacimiento del "Rey del
danzón".
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Don Mario colocaba especialmente los discos de Barbarito Diez y los comentaba, porque para él y para muchos Barbarito ha sido el más grande intérprete del danzón; también escuchábamos los danzones instrumentales: “Quién tiene tu amor”, “Teléfono a larga distancia”, “Salón México”, etc.
Qué bonito e interesante serÃa organizar una fiesta con esas danzas y danzones que vivimos en esa época de los 70. ¿Quién se anima?
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