Dominicanos ausentes
Dice un refrán “nadie sabe lo que tiene hasta
que lo pierde” y esto se aplica cuando nos vamos de retirada a otro país
y luego añoramos el nuestro.
Hay personas que nunca se habían comido una menta verde (de guardia) y después que están fuera la mandan a buscar por fundas.
Antes solía llamar a mis amigos para saber qué les llevaba, pero en estos momentos ya ni llamo para preguntarle, porque me dicen lo mismo.
En tiempos atrás cuando iba a Puerto Rico (hace varios años que no voy) llevaba Pochún, aceite La Flecha, Rayito, ron, café Santo Domingo, etc.; si voy a Miami, café, champú y rinse Lafier, dizque porque ese es el que le prueba.
Otra amiga que tenía en Miami lo
que le gustaba era el salami, pero ya yo no cargo con eso. Cuando el
viaje era para los “Nuevayores” los familiares y amigos llevaban el
dulce jalao, queso Geo, pilón (caramelo), orégano, vainilla, porque
dizque la de allá no servía, y cerveza Presidente, porque no quieren
perder su identidad.
Si es a Europa, tratamiento y alisado para el pelo, porque allá la gente tiene el pelo bueno.
Las papeletas de veinte dólares “por pipá”, nuestras gentes en el exterior son muy solidarias, quieren hacer sentir bien a sus paisanos, y le regalaban zapatos, ropas, celulares. Con cada persona conocida con la que se encontraban le regalaba dólares.
Podía pasarte una semana en la casa de
una amiga o de un familiar, pero eso sí, no te pases de tiempo, porque
esto significa una carga, y ya tú pesas. Además, debes ayudarles con los
quehaceres del hogar, como cocinar, hacer la cena, ya que son personas
que llegan cansadas de sus respectivos trabajos.
En la actualidad, no hay que cargar tanto, todos los productos dominicanos están en esa urbe. A pesar de que mucha gente lleva hasta arepa envuelta muy bien con plástico y la esconden en un rincón muy adentro de la maleta para que no salga el delicioso olor.
Y pensándolo bien, como dice Rafael Solano, la mayoría de las mujeres que viajan a Europa se van en “tubi”, lo que significa una costumbre de las féminas dominicanas para viajar cómodas y bajar del avión elegante, sin “descricaje”.
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Xiomarita Pérez
Columna Folcloreando
Periódico Listín Diario, 25-06-2014
Hay personas que nunca se habían comido una menta verde (de guardia) y después que están fuera la mandan a buscar por fundas.
Antes solía llamar a mis amigos para saber qué les llevaba, pero en estos momentos ya ni llamo para preguntarle, porque me dicen lo mismo.
En tiempos atrás cuando iba a Puerto Rico (hace varios años que no voy) llevaba Pochún, aceite La Flecha, Rayito, ron, café Santo Domingo, etc.; si voy a Miami, café, champú y rinse Lafier, dizque porque ese es el que le prueba.
dominicanosHOY.com |
Si es a Europa, tratamiento y alisado para el pelo, porque allá la gente tiene el pelo bueno.
Las papeletas de veinte dólares “por pipá”, nuestras gentes en el exterior son muy solidarias, quieren hacer sentir bien a sus paisanos, y le regalaban zapatos, ropas, celulares. Con cada persona conocida con la que se encontraban le regalaba dólares.
www.colmado.com.do |
En la actualidad, no hay que cargar tanto, todos los productos dominicanos están en esa urbe. A pesar de que mucha gente lleva hasta arepa envuelta muy bien con plástico y la esconden en un rincón muy adentro de la maleta para que no salga el delicioso olor.
Y pensándolo bien, como dice Rafael Solano, la mayoría de las mujeres que viajan a Europa se van en “tubi”, lo que significa una costumbre de las féminas dominicanas para viajar cómodas y bajar del avión elegante, sin “descricaje”.
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Xiomarita Pérez
Columna Folcloreando
Periódico Listín Diario, 25-06-2014
test
ResponderEliminarXiomarita, acá hay dominicanos que no toman agua de la llave, cuando allá se la tomaban de los charquitos del río, es decir, dónde pisaban la vaca.
ResponderEliminarJajajajaj, se sentían inmunizados.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Xiomarita,
ResponderEliminarTu entrada, la cual considero una verdad verdadera (valga la redundancia), me hizo reír mucho porque era una de las que venía cargadas de allá. Sin embargo, según ha pasado el tiempo he encontrado productos que si bien no son dominicanos, se parecen mucho y me matan los antojos si los tuviera: sazón en polvo, una malta que tiene un sabor parecido al de la Malta Morena, plátanos, yuca, platanitos, maduritos, chicharroncitos y otras cosas. Lo que sí me hace falta a veces es la Presidente.
Vivo en Escandinavia y lo que sí me traigo es una que otra botella de Presidente, algún tratamiento para el cabello que me haya gustado y que aquí no lo vendan, dulce de leche y cazabe. La última vez que fui me traje un vino Caballo Blanco para hacer una cena con algo dominicano. No sé, mientras más sustitutos encuentro, menos me hace falta venir cargada.
Soy de las que piensa que no pierdo mi identidad por no consumir productos dominicanos, pero entiendo el que uno como dominicano ausente quiera sentirse conectado a la isla mediante los productos de allá, así como que de vez en cuando se le entre un antojo de algo dominicano.
(Perdón por el comentario 2 veces, pero tuve problemas con el internet.)
Saludos cordiales.
Gracias por enriquecer mi columna.
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