El coprológico y la "flor blanca"
Cuánto han cambiado los tiempos. Cuando a un
paciente le indican el análisis de las materias fecales, heces fecales o
coprológico, para detectar si tiene parásitos, los laboratorios
suministran envases plásticos esterilizados. Antes, esta costumbre era
un misterio. La muestra se colocaba en una caja de fósforos Estrella y
el olor se confundía con el “mito” de la misma caja. Nos dábamos cuenta
de que equis persona se iba a hacer este análisis, porque llevaba este
material en una fundita de papel y la tenía alejada de sí misma, no
pasando lo mismo con la muestra de orina, que se llevaba en un potecito
de compota, que se mantenía derechito y cerca del cuerpo para mantener
su equilibrio, en vista de que podría embarrarse del líquido, ya que el
frasco lo cierran “al vacío” y luego de abrirse no se cierra
herméticamente.
Otra costumbre que ha cambiado, porque la cultura se transforma, era el hermetismo de las madres, la poca confianza o la ignorancia para comunicarse con los hijos. Mira muchacha, no te siente ahí, que te va a dar “flor blanca”, sin ni siquiera explicarle a la púber el motivo de su mandato. Las niñas no podían sentarse en objetos calientes, sea las aceras, los muros, contenes, porque le daba “flor blanca”. He investigado sobre el término y en medicina no existe la palabra, por lo que el pueblo la creó para definir un flujo o secreción blanca que padecen las niñas cuando se sientan en algo caliente. Me enteré que las bacterias termófilas crecen mejor en temperaturas calientes, y por eso era el aspaviento de no dejarnos sentar en lugares calientes. Además, de que la llamada “flor blanca” es la misma moniliasis y el remedio que utilizaban las mujeres, era un lavado en sus genitales con vinagre blanco, principalmente el “Musselmans” o el Heinz; lass féminas abusaban de este lavado y las consecuencias eran negativas, en vista de que las paredes de la mucosa vaginal siempre deben permanecer húmedas y este líquido las reseca, afectando la flora vaginal. También se daban baños de asiento, que es colocar las asentaderas en agua caliente o templada con algún medicamento, con fines curativos.
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Xiomarita Pérez
Columna Folcloreando
Publicada en Listín diario el 12-11-2014
Otra costumbre que ha cambiado, porque la cultura se transforma, era el hermetismo de las madres, la poca confianza o la ignorancia para comunicarse con los hijos. Mira muchacha, no te siente ahí, que te va a dar “flor blanca”, sin ni siquiera explicarle a la púber el motivo de su mandato. Las niñas no podían sentarse en objetos calientes, sea las aceras, los muros, contenes, porque le daba “flor blanca”. He investigado sobre el término y en medicina no existe la palabra, por lo que el pueblo la creó para definir un flujo o secreción blanca que padecen las niñas cuando se sientan en algo caliente. Me enteré que las bacterias termófilas crecen mejor en temperaturas calientes, y por eso era el aspaviento de no dejarnos sentar en lugares calientes. Además, de que la llamada “flor blanca” es la misma moniliasis y el remedio que utilizaban las mujeres, era un lavado en sus genitales con vinagre blanco, principalmente el “Musselmans” o el Heinz; lass féminas abusaban de este lavado y las consecuencias eran negativas, en vista de que las paredes de la mucosa vaginal siempre deben permanecer húmedas y este líquido las reseca, afectando la flora vaginal. También se daban baños de asiento, que es colocar las asentaderas en agua caliente o templada con algún medicamento, con fines curativos.
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Xiomarita Pérez
Columna Folcloreando
Publicada en Listín diario el 12-11-2014
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