Reconocimientos que no valoro
Darme un reconocimiento
por los años que tengo trabajando en un sitio haciendo cosas, por lo
que recibo un sueldo, no me toca las fibras del corazón ni del hÃgado ni
mucho menos de los riñones. Darme un reconocimiento por ser mujer,
periodista o madre, tampoco.
Enviarme una carta masiva de felicitación la aborrezco. No me gustan los homenajes masivos ni cabildeados, pero mucho menos un reconocimiento por pertenecer a una institución, la que debió quizás enviar una carta de felicitación cuando te distinguieron en un puesto donde crecerÃas profesional o culturalmente.
Enviarme una carta masiva de felicitación la aborrezco. No me gustan los homenajes masivos ni cabildeados, pero mucho menos un reconocimiento por pertenecer a una institución, la que debió quizás enviar una carta de felicitación cuando te distinguieron en un puesto donde crecerÃas profesional o culturalmente.
Sé que algo de
anormal debo tener. Dicen que los puertoplateños o son locos o son
poetas y en mi vida nunca he hecho una poesÃa. Recuerdo que cuando
trabajé en el Departamento de Relaciones Públicas de la UNPHU, era la
encargada de redactar las cartas de felicitaciones en el aniversario de
los medios de comunicación y siempre me cuidé cada año de cambiar el
contenido, porque es de mal gusto recibir la misma redacción cada año y a
los diferentes periódicos.
Nunca he elogiado a mis hijas porque dejaron
brillante la casa por la limpieza que hicieron, que era su deber
hacerlo bien hecho, pero como es raro que las cosas tengan que hacerse
bien hechas, hay que premiar. Nunca “me la busqué”, porque los
reconocimientos no se piden, se otorgan.
Lo que me gusta son los elogios
de personas que me ven por las calles, o en el facebook, y me expresan
que me leen, y que han aprendido o recordado su niñez, por cualquier
contenido costumbrista que coloco en esta columna.
Cuando he hecho
reconocimiento lo he pensado muy bien, lo hago de corazón, lo respeto y
no me olvido del motivo por el cual lo entregué. Los reconocimientos son
un cumplido y se han “cualquierizado” y masificado.
Lo primero que pregunté cuando me iban a hacer este reconocimiento que está plasmado aquÃ, fue el motivo de la entrega y cuando me lo dijeron acepté. Hasta un power point hicieron de mi trayectoria. Tengo también una cartita muy emotiva del Centro de Servicios Legales para la Mujer, Inc. (CENSEL), que luego la integraré.
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Xiomarita Pérez
Columna Folcloreando
Editada y publicada en ListÃn Diario el 29-07-2015
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